Monday, December 7, 2009

El corpiño de Alfonsina

Momento cultural y de reflexión en este blog de lencería. Ustedes se preguntarán que relación puede haber entre un corpiño y uno de los suicidios más famosos de la historia argentina como fué el de la poetisa Alfonsina Storni en el año 1938. Lean y sorpréndanse.



Dicen que la gran poetisa Alfonsina Storni, decidió suicidarse un día que se presentaba medio nublado y húmedo en la glamourosa ciudad de Mar del Plata de aquellos años.  Fue caminando bajito por la calle, llegó a la costa, caminó por la arena algo chiclosa y desordenada, formando un mazacote debido a la humedad; llegó al agua, y cruzó esa delgadísima frontera que se dibuja, y se escapa, entre la arena y el mar. Entre la vida y la muerte, ¿no? Así, la poetisa Alfonsina se hundió en el mar friolento y verdoso, se unió con el oceáno y dejó este mundo claro está.



Cuál es el inconveniente en esta repetida historia de suicidio romántico?. Bueno, el asunto es que, cuando los policías que la buscaban llegaron al vetusto cuartito que Alfonsina usaba para vivir, encontraron algo que les sorprendió. Sobre la cama de una plaza, prolijamente hecha, no había carta alguna, ni notita pre-suicidio, ni libro declamatorio de última voluntad, ni nada de esas cosas comunes que hacen los suicidas antes de dejar el mundo terrenal. No, nada de eso. Los policías aburridos de Mar del Plata, como nota única del legado de una vida agitada encontraron sobre la cama, un corpiño.



Los viriles agentes de la ley y el orden quedaron consternados, y por qué no, apesadumbrados, ante tal hallazgo. El corpiño seguía tibio, recién sacado, recientemente usado. Espanto: quién lo había usado? Pero, quién sino que por la propia Alfonsina. Los detectives esgrimieron sus hipótesis más desgarradoras luego de días de trabajo hipotético-deductivo.



La hipótesis más firme era que Alfonsina para suicidarse se puso su mejor vestido, uno azul profundo, algo largo y sin ninguna gracia ya que el suicidio es cosa seria, se ató el pelo en forma de un rodete alto ajustado firme a la nuca, se puso guantes blancos y salió sin calzado. ¿Pero porqué,  decidió usar una espantosa bombacha raída y gastada y dejó el corpiño nuevo arriba de la cama? El corpiño, repito, era nuevito, tenía menos de un día de usado. Todavía se conservaba la bolsa de la mercería y la boleta en un cajón del escritorio de la poetisa.



¿Que quiso demostrar Alfonsina dejando el corpiño nuevo, flamante y casi sin usar arriba de la cama?
Decidió sacarse el corpiño a último momento para no estropear la nueva adquisición, o tuvo un último brote feminista y optó por la liberación política de sus pequeños senos?
Se vistió acorde a la tarea que iba a desempeñar, usó la ropa más cómoda, y descartó el corpiño porque le apretaba mucho ya que era nuevo?
O aquejada por un cáncer de mamas, dejó su corpiño impecable y comprado quizás a proposito, para demostrar su sufrimiento ante la enfermedad que la estaba consumiendo?. Particularmente me adhiero por esta última hipótesis, aunque nunca lo sabremos.
Como todo suicida se llevó su secreto a la tumba y como la gran poeta que fue, nos dejó un enigma a resolver: nada menos que su corpiño.


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